La microbiota es el conjunto de microorganismos que habitan en nuestro cuerpo, especialmente en el tracto digestivo. Estos microorganismos tienen una gran influencia en nuestra salud, ya que participan en funciones como la digestión, la inmunidad, el metabolismo y la producción de vitaminas. Pero, además, la microbiota se comunica con nuestro cerebro a través del eje microbiota-intestino-cerebro, que involucra al sistema nervioso, el sistema endocrino y el sistema inmunitario.
¿Como afecta a la salud mental la relación entre microbiota-intestino-cerebro?
Esta comunicación bidireccional entre la microbiota y el cerebro puede afectar a nuestro comportamiento, nuestro estado de ánimo y nuestra cognición. Se ha observado que las personas con trastornos mentales como depresión, ansiedad, autismo o esquizofrenia tienen alteraciones en la composición y la función de su microbiota. Por otro lado, el estrés, la dieta, los medicamentos y otros factores ambientales pueden modificar nuestra microbiota y alterar su equilibrio.
Por lo tanto, se plantea la posibilidad de que modulando la microbiota se puedan mejorar o prevenir algunos trastornos mentales. Una forma de hacerlo sería mediante el uso de probióticos, prebióticos o trasplantes fecales, que estimulan el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino. Otra manera sería mediante el uso de células madre de cordón umbilical.
La importancia del análisis de la microbiota
Durante mucho tiempo se pensó que todas las bacterias eran nuestras enemigas cuando la realidad es que muchas de ellas son indispensables para el correcto funcionamiento del organismo. Jeffrey I. Gordon, galardonado este año con el premio Princesa de Asturias, inició una nueva área de investigación para entender el papel de estos microorganismos en el funcionamiento normal del organismo.
Sus investigaciones han abierto nuevas vías para el tratamiento de múltiples enfermedades desde un enfoque novedoso e innovador. En la actualidad, ya se conoce la relación de las enfermedades mentales con la microbiota intestinal pero también podrían ser beneficiosas para el tratamiento de la obesidad, por ejemplo.
Por ello, analizar la microbiota se ha convertido en clave para cuidar de la salud de toda la familia y adelantarnos a futuras enfermedades que aún no están dando la cara o mejorar, mediante tratamientos nada agresivos, muchas de estas