Antes de los test de embarazo y lo largo de la historia, ante los primeros síntomas, las mujeres siempre han buscado métodos para confirmar o descartar un embarazo. Técnicas tan variopintas o de desigual resultado como balancear un péndulo sobre el vientre o la prueba de la rana han sido utilizadas para intentar descubrir la existencia de una nueva vida.
Curiosamente, la prueba de la rana -que se empleó de forma generalizada hasta los años sesenta- se basa en la misma evidencia científica que los actuales y precisos test de embarazo: la presencia en la orina de la mujer embarazada de la hormona gonadotropina coriónica humana (hCG)
Tras diversas investigaciones, se detectó que, al inyectar la orina de una mujer encinta en una rana, la hCG causaba que el animal entrara en celo. No obstante, estas pruebas no eran totalmente fiables, ya que la cantidad de hCG debía ser lo bastante elevada como para provocar esta reacción.
Ya en la década de los setenta, los científicos liberaron a las ranas de su labor adivinatoria y crearon los primeros test caseros de embarazo, que permitieron a las mujeres conocer su estado de manera intima y sencilla.
Estos “palitos blancos” contienen una tira que reacciona ante el nivel de hCG y -tras impregnarlos con la orina- en apenas unos minutos de espera revelan la existencia o la ausencia de embarazo. En la actualidad, los test han evolucionado y algunos de ellos incluso determinan las semanas de gestación. Su fiabilidad es del 98%, sin embargo, conviene seguir una serie de recomendaciones para evitar errores de diagnóstico. El equipo de Vidacord aconseja:
- No precipitarse a la hora de realizarlo. La hCG se manifiesta en altos niveles a partir de los 9-14 días desde la fecundación. Si el test se hace demasiado pronto es probable que el resultado sea un falso negativo, ya que la concentración de hormona podría no ser todavía detectable en la orina.
- Comprobar la fecha de caducidad y leer atentamente las instrucciones. Se supone que, si lo acabamos de adquirir, el test debería estar en perfectas condiciones, sin embargo, es mejor cerciorarse ya que un test caducado -con toda probabilidad- dará un resultado erróneo. Asimismo, aunque la mayoría de las pruebas tienen un funcionamiento similar, conviene revisar las instrucciones para asegurarnos de que lo hacemos adecuadamente e interpretamos correctamente el resultado.
- Mejor con la primera orina de la mañana. Aunque puede hacerse en cualquier momento del día, es recomendable utilizar la primera micción de la mañana, ya que su concentración de hCG es mayor.
Si el resultado del test es positivo, el siguiente paso será acudir al especialista para comprobar que todo marcha bien y planificar el seguimiento de la gestación. Es también un buen momento para empezar a informase sobre la posibilidad de conservar la sangre del cordón umbilical tras el parto.