La mayoría de las mujeres españolas pospone su deseo de ser madre hasta pasados los 30 años: según Eurostat, el 60% tiene su primer hijo entre los 30 y los 39 años y hasta un 6,6% a partir de los 40 años.
La necesidad de estabilidad económica, las condiciones laborales o la falta de medidas de conciliación son algunos de los motivos que os desaniman a la hora de formar una familia, pero la naturaleza sigue sus propias reglas y puede que cuando alcancéis la situación vital ideal, ésta ya no coincida con la fisiológica.
Y es que, al retrasar la maternidad, estáis restringiendo el número de años de fertilidad. Las mujeres nacen con un número limitado de óvulos, por eso, según se van cumpliendo años, la cantidad de óvulos va disminuyendo y consecuentemente, las opciones de quedaros embarazadas, también se reducen.
Pero el problema no es solo que se reduzca vuestra reserva de óvulos, sino que estos también van perdiendo calidad: el ADN se va fragmentando y el material genético cambia. Con el paso del tiempo, los óvulos generan más alteraciones cromosómicas que obstaculizan el embarazo e incrementan la probabilidad de aborto y de enfermedades genéticas en los hijos. Además, por si esto fuera poco, las complicaciones para la madre y recién nacido son más frecuentes a medida que aumenta la edad de la mujer.
El momento álgido de fertilidad se sitúa entre los 20 y los 30 años, pero, para la mayoría de las mujeres es impensable convertirse en madres durante esta etapa. A partir de los 30 años las posibilidades de un embarazo natural se sitúan en un 20%, después de los 40 caen hasta el 5% y pasados los 45 se vuelven prácticamente nulas.
Este es uno de los motivos de que cada vez sean más las mujeres que deciden congelar sus óvulos antes de los 35 años, para poder retrasar su maternidad y de que cada vez sean más las parejas que se vean obligadas a recurrir a técnicas de reproducción asistida. Son instrumentos útiles pero su éxito no está garantizado. Obviamente lo ideal y lo más natural sería adelantar el inicio de la maternidad, pero son muchos los factores que están en juego.
¿Adelantar la maternidad, aunque la situación no sea la ideal?, ¿Congelar vuestros óvulos y esperar?, ¿Utilizar técnicas de reproducción asistida si el embarazo natural ya no es posible?… ¿Cuáles son vuestras opciones?