Si el cuerpo humano fuera una máquina, los tendones serían los “cables” que unen los músculos con los huesos. Su actividad es constante y algunos de ellos sufren intensas fricciones que pueden acabar provocando una lesión.
Las lesiones musculoesqueléticas son frecuentes en adultos y jóvenes que mantienen una fuerte actividad física, en aquellos que llevan a cabo un entrenamiento físico moderado y en la población inactiva de la tercera edad. Entre las más habituales destacan la debilitación (tendinosis) y la inflamación (tendinitis) de los tendones.
En el primero de los casos suelen deberse a la degeneración relacionada con la edad, pero en el segundo son causadas por un exceso de uso, como el que puede producirse en algunos trabajos físicos repetitivos o en la práctica de disciplinas deportivas como el ciclismo, el tenis o el atletismo. En general, este tipo de traumatismos tienen una recuperación lenta y dolorosa y las terapias disponibles no pueden restituir la configuración del tendón ni devolverle su capacidad anterior, lo cual resulta frustrante para las personas que lo sufren.
¿Es posible regenerar los tendones?
Pero la medicina regenerativa está abriendo una innovadora alternativa a los tratamientos convencionales. Una de las investigaciones más relevantes dentro de este área ha sido la publicada en la revista ‘STEM CELLS Translational Medicine’, que revela que mediante el uso de microinjertos adiposos autólogos (MAA) y de la fracción vascular estromal (FVE) sería posible mejorar la cicatrización de los tendones en un 60-70% de los sujetos tratados.
La FVE, extraída del tejido adiposo, contiene poblaciones celulares madre/progenitoras mesenquimales que pueden multiplicarse in vitro y tienen la capacidad de crear varias líneas celulares.
Para su ensayo, los autores utilizaron como sujeto de estudio ovejas con tendinopatía. Después de ocho semanas, el grupo de ovejas a las que habían administrado una inyección de FVE alcanzó un diámetro final del tendón y un porcentaje de expresión de dureza análoga a la del tejido sano original.
El responsable del estudio, el doctor Francesco De Francesco, miembro de la unidad de Cirugía Reconstructiva y Cirugía de la Mano de AOU Ospedali Riuniti (Hospitales Unidos), en Italia, ha explicado que «los microinjertos adiposos autólogos resultantes tienen un gran efecto antiinflamatorio y curativo cuando se aplica a trastornos musculoesqueléticos. Además, el procedimiento de recolección es más fácil, rápido, seguro y fiable y con menos morbilidad para la zona donante que la recolección de médula ósea o plasma rico en plaquetas»
Este tratamiento podría marcar un antes y un después en el campo de la reumatología y la traumatología y demuestra, una vez más, el enorme potencial médico de las células madre.