La Biomedicina atribuye a las células madre un notable potencial terapéutico para regenerar órganos o tejidos dañados por diferentes patologías. Sólo la experimentación médica en enfermos puede demostrar la validez de las terapias, en la actualidad hay más de seis mil ensayos clínicos reglados en todo el mundo dan cuenta de los esfuerzos para desarrollar nuevos tratamientos con células madre.
La experiencia en la investigación de los tratamientos con células madre, va consolidando algunos principios; entre ellos el que las células utilizadas sean manipuladas lo menos posible, como es el caso de las células madre de la sangre del cordón umbilical, que se puede recoger para su conservación en el momento del parto.
La sangre y los tejidos que componen el cordón albergan una variedad de células progenitoras, incluyendo las células llamadas mesenquimales. En 1988 se realizó el primer trasplante de sangre de cordón; desde entonces se ha demostrado su utilidad y su capacidad de injerto. Hasta el momento se han usado mayoritariamente en casos de cánceres que afectan a la sangre o de trastornos autoinmunitarios.
Por lo que el Profesor César Nombela, Catedrático e Investigador de Microbiología, insiste en la exploración de nuevas aplicaciones de células madre de sangre de cordón para tratar enfermedades genéticas hasta afectación cerebral, cardiovascular o metabólica. Todo ello hace necesarias nuevas pautas de regulación por parte de las autoridades sanitarias que han de autorizar los tratamientos.
Fuente: ABC