Las células madre tienen un potencial aún desconocido que comienza, poco a poco, a ser desvelado. La medicina regenerativa las ha convertido en el elemento básico para sus investigaciones, que están empezando a dar sus primeros y alentadores frutos.
En la Universidad de Okayama en Japón acaban de hacer público un estudio que ha examinado la utilidad de las células madre cardíacas como terapia regenerativa dirigida a personas jóvenes con miocardiopatía dilatada.
La miocardiopatía dilatada o DCM produce un debilitamiento en el músculo cardíaco, que implica a los ventrículos y puede conducir a una insuficiencia cardíaca e incluso a la muerte, sobre todo en los niños. El único tratamiento posible es un trasplante de corazón, con los inconvenientes médicos que esto conlleva: encontrar el donante adecuado, lidiar con el posible rechazo del órgano y afrontar una hospitalización y una convalecencia prolongadas.
Para el estudio los investigadores utilizaron células madre derivadas de la cardiosfera (CDC). En la fase preclínica, iniciaron los ensayos con animales; concretamente, se indujeron síntomas cardiacos parecidos a los de la DMC en cerdos, a los que administraron diferentes dosis de CDC. Como resultado, su función cardiaca mejoró: el músculo cardíaco se engrosó y aumentó el volumen de sangre en circulación.
Tras comprobar su efectividad y haber estimado cuales eran las dosis apropiadas, las células madre derivadas de la cardiosfera, se probaron en cinco jóvenes pacientes, diagnosticados de DCM. Doce meses después de recibir el tratamiento, los pacientes no presentaron efectos secundarios severos y, en cambio, mostraron esperanzadoras señales de recuperación en la función cardiaca.
Aunque los investigadores son prudentes -debido a las reducidas dimensiones de la muestra- están satisfechos, ya que las primeras conclusiones no presentan riesgos ni inconvenientes aparentes para continuar hacia un ensayo clínico de mayor tamaño.
Se trata de un importante avance para la medicina regenerativa ya que -aunque en los últimos años se venían investigando los efectos beneficiosos de las CDC sobre pacientes adultos- ahora nos encontramos ante la posibilidad de tratar a menores afectados por una cardiopatía potencialmente mortal como es la DCM.
Origen, conservación y aplicaciones de las células madre
Las células madre pueden recogerse de la sangre del cordón umbilical, la médula ósea y la sangre periférica. Es posible obtener células madre de la médula y la sangre periférica de todos los adultos sanos, sin embargo, es más complicado que estas células sean compatibles con el receptor. En cambio, las células madre de la sangre del cordón se extraen durante el parto y obtienen mejores resultados en caso de trasplante, ya que su “juventud” reduce las posibilidades de rechazo.
Conservar las células madre del cordón umbilical es un proceso sencillo e inocuo que podría ser crucial en el tratamiento actual de más de más de 80 enfermedades hematológicas e inmunológicas como el mieloma, la leucemia, diversas inmunodeficiencias…, y en el tratamiento futuro de otras dolencias como la diabetes, la psoriasis, la colitis ulcerosa, la distrofia muscular o la displasia broncopulmonar, que ya están siendo sometidas a ensayo.